Y después de las elecciones, ¿qué? ¡Comunicar!

Pasada la vorágine de las elecciones locales y autonómicas del 28M y las elecciones generales del 23J en España, llega el momento de la gestión gubernamental tras la conformación de ejecutivos. Pero, ¿qué implica gestionar? Responder a esto de la forma adecuada a los tiempos que corren implica unir dos conceptos centrales: Comunicación y Política.

Comunicación y Política, binomio indisoluble

La política, podríamos decir en una definición simple, hace referencia a tomar decisiones para la comunidad. En este sentido, María José Canel, catedrática de la UCM, refiere a que tomar estas decisiones requiere un plano comunicacional, que en el primer sentido es dialógico, es decir, "ponerse de acuerdo", intercambio hacia dentro de la Junta de Gobierno local, del Consejo de Gobierno regional o del Consejo de Ministros y Ministras, así como con el resto de miembros del Pleno municipal y de las Cámaras legislativas. Pero la Comunicación tiene otras funciones que se hacen cruciales en sociedades democráticas, que son la consolidación de legitimidad de esas mismas políticas públicas, más allá de la propia legitimidad que otorga la realidad de que esas políticas son llevadas a cabo por legisladores, legisladoras y gobiernos democráticamente elegidos y constitucionalmente conformados

No son menores las veces que desde la consultoría oímos algunas expresiones que refieren a que "hemos gestionado muy bien, pero no hemos sabido comunicarlo". Como dice Mario Riorda, catedrático y especialista en temas de Comunicación Política, no se trata de dos conceptos posibles de separar. Comunicación y política son parte del mismo binomio:

"La comunicación no es algo distinto a la política, es el modo en que esta se deja ver".

5 reflexiones sobre Comunicación gubernamental

Entonces, podemos decir que todo acto político implica o presume un hecho comunicacional. Bien, llegado hasta aquí, podemos hacer una serie de apreciaciones sobre Comunicación gubernamental que toda persona integrante de un gobierno (o que trabaja para uno) debería tener en cuenta:

1. No se puede escindir la comunicación de la gestión 

Esto cambia los tradicionales esquemas en los que el/la political decision maker comunicaba a posteriori a los gabinetes de comunicación las políticas públicas que se implementarán. En consecuencia, emerge la necesaria comunicación ex-ante, o sea, llevar adelante la construcción de agenda sobre el "asunto público" que se está trabajando.

2. Si comunicación y gestión están unidas...

Si comunicación y gestión están unidas, esto nos hace pensar que entablar la relación con la ciudadanía sobre un tema es entendido como un proceso, un proceso de comunicación. Por lo tanto, la relación a largo plazo con la ciudadanía implica co-creación y co-gestión en la hechura de la política pública.

3. Largo plazo

A raíz de lo anterior, hay que asumir que la comunicación como proceso o largo plazo implica salir de las visiones del marketing político de solo generar impacto. La comunicación gubernamental abre un nuevo espacio de posibilidad y tiene así la capacidad de construir sentidos. La instalación de un mito de gobierno o un relato aglutinador y pedagógico sobre el sentido de gobierno es una necesidad imperante.

4. Paso a paso

Comunicar las políticas públicas de forma incremental, paso a paso, ayuda a evitar grandes fracasos o generación de expectativas efímeras. Por ello, a cada comunicación incremental debe sumarse "una dosis asociada a un proyecto general de gobierno" (Riorda).

5. Consensos y disensos

Entender que nuestra comunicación tiene el objetivo de construir consensos; sin embargo, ello no quiere decir que no implique disensos. Para ello, si bien a priori toda la ciudadanía del espacio geográfico local, regional o estatal es destinataria del mensaje, puede haber algunos grupos que queden fuera del mensaje. ¿Por qué? Se trata de construir consensos operativizables.

Comunicar para el cambio y la legitimación

Por último, en este encadenado de reflexiones, nos habremos preguntado ¿por qué aparece el disenso? Esto se debe a que podemos optar por una forma de comunicación en sentido de status quo, sin generar cambios o animarnos a construir otros proyectos de posibilidad. Un gobierno que se anima a los cambios encontrará, sin duda, mayor virulencia en la opinión pública. Sin embargo, esto no tiene por qué implicar pérdida de apoyos electorales.

En definitiva, gobernar es comunicar. Comunicar es legitimar. Decidir es cambiar. Cambiar es generar nuevos tiempos. La comunicación gubernamental debe ser separada de la electoral por las características que hemos visto anteriormente. La comunicación electoral necesita para los oficialismos de una construcción de políticas públicas y un mito de gobierno sólido para lograr adhesión.

Desde EgaleCo Lab podemos asesorar y acompañar a quienes se animan a estos nuevos tiempos. A comunicar y gestionar con mayor profesionalidad y con una perspectiva adecuada a los tiempos que corren. Por ejemplo, en políticas de igualdad y avances en derechos, cambios profundos y transformadores que, muchas veces, necesitan ser explicados y comunicados para el éxito de la política pública y para consolidar la legitimidad social. Una comunicación transformadora es la que desafía estereotipos y visibiliza la pluralidad de la sociedad.

Una comunicación transformadora es la que desafía estereotipos y visibiliza la pluralidad de la sociedad.

Autoría

  • Nicolás Bertone

    Politólogo, investigador y consultor en comunicación, políticas públicas y gestión pública en EgaleCo Lab | Docente universitario. Investigación cuantitativa aplicada (encuestas, sondeos...) y comunicación estratégica para instituciones públicas y del tercer sector.

    Ver todas las entradas

Si te ha gustado, ¿por qué no lo compartes?

LinkedIn
Email
WhatsApp
Twitter
Facebook

También puedes seguir informándote...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *